Vámonos a tumbar a un césped

Eso,
vámonos a tumbar a un césped.
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¿Os acordáis de las cabinas?

¿Os acordáis de las cabinas telefónicas?
Yo casi no, la verdad y es un avance, digan lo que digan los que odian la tecnología. La de monedas que se tragaban...
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Final del Campeonato de España de voley infantil

No todo es fútbol.
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Que salga ahora el ministro...

Que salga ahora el ministro de turno y diga que es buen momento para comprar.
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Hay que entrenar

Hay que entrenar.
Es nuestro sino.
Entrenar y entrenar.

Esta semana, del 20 en adelante, Campeonato Nacional de voley infantil en el Multiusos.
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21 años de maratón

21 años de maratón. Tela.
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Poco a poco llegan las bicis

¡Dos bicis aparcadas en la Plaza del Sol!
El aparcamiento ya lleva unos añitos ahí gracias a Atizza, pero creo que nunca había visto dos bicis aparcadas. El día que vea tras o cuatro os lo cuelgo.
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Apatrullando la ciudad

Cuidado amigos.
Me han dicho que son dos las grúas que no dejan de patrullar la ciudad en busca de incautos ciudadanos que pagarán lo que sea por recuperar su coche.
Que no hagan caja con vosotros.
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Neoliberales en el poder

Neoliberales en el poder (intento de traducción para los que no se han enterado todavía):

Lo privado bueno, lo público malo. Pero eso sí, si ganamos pasta para nosotros, si perdemos que venga papá Estado a respaldarnos.

Pero no os creáis, se puede resumir más porque no es una ideología complicada: si gano dinero es bueno, si gano más dinero es mejor.

Así el mensaje que intentan transmitir es que los Servicios sociales, Sanidad y Educación, mejor en la privada (ver Sicko para llorar al respecto). Así se ahorra (es decir, ganan más determinadas empresas, el Estado nos abandona y al final tiene que pagar la cuenta del abandono). Sirva como ejemplo la Fundación Sociosanitaria de Castilla-La Mancha, que se dedica a colectivos desfavorecidos que en general no se van a quejar como el de los enfermos mentales. ¿Quién va a intentar darles el tratamiento rehabilitador adecuado, Sanitas?
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¡Se acabó!

Ya vale de sufrir con todo esto.
La depresión colectiva no sirve para nada.
El cabreo sí que sirve.
Sí que sirve gritar,
protestar,
hacer huelga,
escribir aquí y allá,
reunirse,
inventar,
y previene la hipertensión
y otros males psicosomáticos.
Pero esta tarde nos vamos a olvidar un rato.
Vayámonos juntos
y luego regresamos
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Que nos rescate el Estado

No temo que me deshaucien, porque tengo un primo que trabaja en Bankia, otro que es del PP e incluso dos más que reconocen abiertamente haberles votado, algo fuera de lo común.
Así, cuando llegue la hora fatídica le diré al juez que me acojo a la clausula de los bancos. O sea, que el Estado me adelante la pasta que luego ya si eso yo se la devuelvo.
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