martes, 31 de agosto de 2010

Abejas del mundo, ¡unámonos!

¿Dónde pondría yo un cartel para convocar a todas las obreras del mundo que sólo tuvieran acceso ellas y no sus jefes?
Ya está, en los contenedores de basura. Los ricos y los jefes no tiran con sus propias manos los desperdicios que generan, de hecho, cuántos más desperdicios generan, menor es la probabilidad de que se ocupen de semejante labor.
¡Feliz Blog Day!
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