martes, 27 de marzo de 2012

Evolución natural


Primero abandonas la casa, después esperas a que los inquilinos la abandonen, principalmente porque está en ruinas, después esperas el permiso y un buen día, muchos años después, preferentemente un fin de semana, entras con la excavadora.
Lo que había antes parecía un palacio por sus dimensiones. Lo que habrá después ni idea. Claro que el ejemplo que hay detrás no es nada halagüeño.
.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Cada vez que en Guadalajara tiran abajo un edificio tan emblemático como este, algo de la ciudad se muere. No creo que exista otro lugar como Guadalajara en el mundo. Aquí no se respeta nada de lo que conocimos siendo niños. No hay ni un solo rincón que esté como estaba. Esta es una ciudad sin recuerdos, una ciudad cada día más gris e irreconocible. Para muestra, dos botones: la fuente de Neptuno, frente a San Nicolás y la plaza de la Diputación. ¡Horror!