Cuando mi padre tenía la edad de mi hijo
se ganaba unas pesetas trillando.
Lo primero era la cebada
¡Qué calor!
¡Y cómo picaba!
En verano mi abuelo pasaba muchos días fuera de casa.
Iba a segar tierras de otros
y volvía siempre muy muy delgado.
Mi otro abuelo era experto en trigos.
Había nacido en un molino.
1 comentario:
Me has recordado mi niñez.
Mis tios y mi madre han estado toda la vida ligados al campo. Y yo de pequeño mamé de el. "Ayudaba" a mis tios en su trabajo, aunque eso si, más mecanizada de como lo hizo mi abuelo o ellos mismos de pequeños.
Guardo unos gratos recuerdos de esas sensaciones. Y me lamento de que mis hijos no lo hayan vivido. Ni pobrablemente lo vivan
¡¡Gracias Jose!!
Publicar un comentario